martes, 19 de mayo de 2009

SENTIR VS. RAZON (Y TENTACIONES ALEDAÑAS)

Muchas veces, el sentir te lleva por caminos complicados e irregulares. Te desequilibra. Hay días en que uno siente demasiado, y otros en los cuales, uno no siente nada. Y frente a estos torbellinos emocionales (pasar de la nada al todo y en cuestión de horas) quedamos dando vueltas como un trompo. Buscamos explicaciones que nunca llegan y asumimos que el que está del otro lado del vínculo, o es una reverenda mierda y nunca nos dimos cuenta o no entiende nada. (Por cuestiones egocéntricas, es clavado que no entienden nada) Y toda esa conclusión se basa nada menos que en los estándares propios y mamados. WRONG. FUCKING WRONG. ¿Qué se yo lo que has vivido?! (Aunque me lo hayas contado de tu propia boca) ¿Quién soy yo como para declarar un estándar y armonizarlo y esperar que el que esté enfrente a mí esté de acuerdo y se mueva de acuerdo al mismo?

Está bien, dejemos la omnipotencia de lado y bajemos a la realidad. Se corta la novela, se corta el sentir y miramos la realidad con algo de criterio e invocando la objetividad.

Me miro a mi misma inmersa en este tremendo lío y trato de encontrar mi inner-voice, tal como llaman los ingleses a la voz de la conciencia. Y esa voz que se escucha dentro de uno, nos va dando advertencias las cuales, pocas veces escuchamos.

Hace un tiempo que convivo con un nuevo sentido. Da miedo por momentos. Me doy miedo a mi misma porque es demasiado poderoso y hay veces que realmente asusta. Pienso que es lógico. Uno siempre teme a lo nuevo. Pero también sé que este nuevo sentido me prepara para lo que está a punto de venir. Hace meses que me encuentro con señales, Si estoy fuera de casa, me encuentro cartas en la calle y si estoy en casa, en los libros que elijo para leer. Esos párrafos que acuden a la mente de uno, como un místico presagio para utilizar en los días venideros.

Hace unos días que me vengo diciendo: “Pará con los palos a tu madre. Sos muy dura. Ok, te está dando la oportunidad y yo estoy re-creando el vínculo y quizá te viene bien poder hablarle a tu madre de frente y plantearle la realidad tal como es. Sabemos que siempre fue una mega gamba, a pesar del tiempo y diferencias” Y al mismo tiempo, pienso que puede que sea producto de la famosa frase perteneciente al lingo psicológico: “Pasar factura” Y quizá te estés hablando a vos misma también, en medio de ese discurso tan elocuente y moralista. Pero al mismo tiempo pude identificar en mis palabras, un rastro de rencor y bronca hacia mi último episodio empírico/amoroso que hacen que mi juicio no se sienta del todo objetivo y que mi temperamento se exacerbe. Big no-no. Además de las veces que uno hace espejo y no se da cuenta y eventualmente, todo lo que hace un rato criticábamos y echábamos en cara, termina apoderándose de nuestro comportamiento, tan aberrante como el que hasta hace un momento estábamos condenando.

De acá que siempre caemos en la generalización. Y ahora menos que nunca, debe ser aplicada. Sobre todo en tiempos en los que se proyecta la terapia medicamentosa basada en la genética. Cada uno es un ser individual y lo que me hace bien a mi, quizá no te haga bien a ti.

Anoche me vino una pregunta a la cabeza: ¿Qué pasa cuándo lo que uno desea o siente se contradice con lo que uno cree o sostiene? Aún no encontré respuesta pero convengamos que hay una frase que dice que son los principios los que forjan el carácter. Esto es elemental. Los principios son las cosas en las que uno cree. Códigos con los que nos han criado, si es que nos los han pasado. En la adolescencia, solemos romper con absolutamente todo el know-how que nuestros padres, tutores, o quien nos haya cuidado, nos transmitieron. Y el objetivo de esa “crisis de adolescencia” es que el que adolece de niño a adulto, forjará sus propios principios y/o códigos en base a esa destrucción y a sus propias vivencias. Hay quienes lo logran y quienes no. Los que no, van de errantes por la vida. Los que si, ¡Mi dios! ¡¡¡Qué camino difícil!!!

En cuanto te amarraste a algún tipo de código, este será transgredido no una vez sino un millón de veces, tan solo con el fin de probarnos a nosotros mismos a ver hasta dónde vas a dejarte llevar -por causas del sentir- y cuándo vas a poner un límite –por causas de la razón. Razón que ya tuvo un encuentro con un principio, claro está- La ley está hecha para romperla, escuché por ahí.

Por otro lado, comprendo que la vida es flexible y que nosotros también debemos serlo. Pero frente a esos principios que uno adopta para manejarse en la vida, ¿Es posible modificarlos a través del tiempo o bien, los modificamos de acuerdo a nuestra conveniencia?

Muchos de nosotros, y entre los que me incluyo, podemos llegar a quebrantar esos códigos con el fin de evitar la soledad, por ejemplo. Anoche también leí: “Cada hombre tiene que dar una vez el paso que le aleja de su padre, de su maestro; cada cual tiene que probar la dureza de la soledad, aunque la mayoría de los hombres aguanta poco y acaba por claudicar”

Y de acuerdo a lo que vengo viendo últimamente, es claro que el ser humano tiene terror a estar solo. Pero también lo podemos justificar con la biología, la que nos dice que el ser humano no ha venido a este mundo para estar solo. A pesar de que si o si, tenga que tener un tiempo consigo mismo para conocer-se.

También leí que uno no puede dar consejo a otro si ese consejo no es puesto en práctica por quien lo brinda. Y siento que de teoría estoy llenísima! Pero también siento que parte de esa teoría que forjé a través de los años, se me presenta de manera contundente, la quiera o no. Y la realidad me dice que no puedo permitir-me quebrantar tanto laburo hecho al día de hoy.

Al presente, me estoy levantando de manera erguida. Enderezada. Aunque de acuerdo a mis parámetros en lo que a elección sexual respecta, considere que son mucho más amplios que los que la gran mayoría sostiene.

Hoy por hoy, creo que hay cosas con las cuales no puedo transar: la deslealtad, la infidelidad y la traición, tanto en la pareja como en la amistad y como en lo habitual. Con eso no puedo. Y siento que es causal de “bajada de persiana total”

Nunca fui infiel. Y me siento orgullosa de esto. Porque cada vez que pasé por alguna situación de este estilo, lo hablé antes de mandarme cualquier “moco”. Corté y preferí quedarme sola en vez de engañar a la persona que esté a mi lado. Y pretendo lo mismo de la persona que esté a mi lado. Que me hable de frente y sin vueltas. Que aplique el criterio de realidad. Porque vamos! Estas cosas suceden todos los días. Alguien deja de amar a alguien. Es lógico y puede ocurrir. Pero desde el momento en que uno aclara, puede hacer su próxima movida sin ningún tipo de tapujos ni culpa. Y sobretodo, libremente.

Al final del día, el sentir lo siente uno solo, es demasiado difícil de explicar y no todos están en condiciones como para comprenderlo en una charla de café. Y lo que realmente importa es la realidad de cada uno y obrar en consecuencia, calculo que para no quedar tan mal parado. ¿Frente a quién? Frente a uno mismo. ¿Y por qué? Porque quedar mal parado ante uno mismo es faltarse el respeto. Es romper con todo lo laburado hasta ese día en que damos una patada a nuestro culo como para no seguir de carnaval durante todo el maldito año, cuando en realidad, son tan solo 4 días locos.

Creo que estoy siendo muy dura con la persona que me trajo al mundo, mi madre. Por momentos, piso el freno y me digo que la historia de ella es totalmente diferente a la mía. Pero el observar que su realidad se encuentra tan ofuscada con el sentir frente a verse sola, ante la inminente partida de su pareja, a sus casi 60 años, me hace pensar que uno va encontrando aristas por donde meterse, como para poder encontrar una justificación a todo lo que uno hace y a la mayoría de las cosas que el otro, frente a nosotros, hace o manifiesta. Quizá a su edad, no pase por la justificación sino por el entendimiento. Pero a mi edad (30 años menos) considero que aún me queda mucho por vivir. Sin embargo, la última vez que inicié una relación, la inicié sabiendo que había encontrado el amor de mi vida, con el que quise vivir toda una vida de crecimiento, realización y compañía hasta el fin de mis días. Y hoy la sigo teniendo en mi cabeza y hoy, así como ayer, me sigo viendo junto a ella.

Ahora me encuentro pasando por uno de los peores momentos de mi historia personal porque el amor de mi vida ya no está. Y no está porque me engañó, me partió no solo el corazón sino también mi alma. No está porque me traicionó y yo decidí bajarle la persiana. Y trato de matarla, cremarla y esparcir sus cenizas por ahí, pero aún no creo estar lista. No creo estar lista porque todavía me niego a creerlo. Porque la conozco hace tanto tiempo que no puedo creer semejante movida, por más que la realidad me lo demuestre hasta con un teorema. Mi terapeuta me preguntó: “Pero quién te pensás que sos? Si esta persona traicionó a sus vínculos a lo largo de toda su vida, qué te hizo pensar que a vos no te traicionaría? Convengamos: Es y ha sido siempre su conducta” Sin embargo, me cuesta creerlo a causa de mi sentir pero no a causa de la realidad tal y como está planteada.

Y también me dijo: “Te va a costar muchísimo volver a confiar en alguien” Y eso me aterra. Y eso me retrotrae. Y eso me deja ensimismada en mis pensamientos. Y eso me hace pensar que ya no quiero más por el momento. Y eso me hace meterme bien adentro mío como para encontrarme nuevamente con mi inner-voice que me dice: “La elegiste a pesar de todo y hoy, a pesar de todo, la seguís amando en tu rincón más recóndito. Y sabés que el tiempo y la vida, las va a volver a juntar” Lo se aunque no la espero.
Hace unos años una psiquiatra que tuve me preguntó: “¿Vos que preferís: amar o no sufrir?” Y yo contesté: “NO QUIERO SUFRIR” Entonces me dijo: “Pues no vas a poder amar, porque para amar hay que sufrir”

Al presente me encuentro amando y sufriendo. Sí. Todavía sigo amando a la persona que estuvo a mi lado durante los últimos 4 años y que al final de ese tiempo, me traicionó. La sigo amando con toda mi alma (partida y por su culpa), aunque haya sido su traición la causa de que mi alma esté partida, aunque la realidad y mis principios me digan que lo que tengo que hacer es no amarla más. Y aunque le diga a mi vieja: “Abrí los ojos carajo! Mirá la realidad!”

Con lo cual, a pesar de estar conociéndome a mi misma y fijando (aunque algo tarde) mis principios, el sentir sigue enfrentándose día a día, a la razón. Y de momento es una de mis luchas. ¿Quién ganará?

Seguro que habrá un post para esa respuesta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya te vas a dar cuenta que perdonar es divino, porque hay que tener un corazon y un alma muy especiales para entender que todos los seres humanos cometemos errores, porque justamente somos seres humanos y nadie esta exento de cometerlos.Se que se sufre mucho frente a una infidelidad o traición, lo vivo en carne propia y por mi forma de ser siempre me tocaron personas que me fueron infieles. Ahora me pregunto porque a mi y PORQUE NO A MI sI YO TAMBIÉN SOY UN SER HUMANO.

jime dijo...

A la persona que escribio este comentario:
Una cosa es perdonar porque una persona cometio un error, se dio cuenta y pidio perdon, y otra cosa es perdonar a alguien que ni siquiera pidio perdon.
Todos somos seres humanos y cometemos errores, lo que nos diferencia de los animales es que tenemos el don de arrepentirnos con lo cual elegimos no volver a tropezar con la misma piedra. Entonces hay 3 caminos posibles:
1: Tenes el don de arrepentirte y elegis no tropezar con la misma piedra.
2: No tenes el don de arrepentirte, lo cual nos indica que no formas parte de la RAZA HUMANA.
3: Nos haces creer que te arrepentiste, cuando en realidad te chupa todo un huevo y volves a tropezar con la misma piedra. Esta alternativa me hace creer que no sos ni de la raza Humana ni del reino animal. COn ustedes..... Una nueva raza ha nacido... Los reverendos HDP!