jueves, 24 de abril de 2008

CLASES DE EDUCACION VIAL

Suelo descargarme mucho en el tránsito. Lo aprovecho. Soy de putear al que se manda un moco pero también he aprendido a pedir disculpas por los míos o bien, a sacar la manito por la ventana, algo bastante efectivo en estos casos.

Desde el viaje al sur, he ganado confianza en lo que a manejar respecta. Manejo rápido y disfruto mucho de hacerlo cuando el tránsito fluye. En la ciudad o en la ruta. Eso si: tiene que fluir, caso contrario, mis nervios se exacerban y no puedo callar.
Pero me dí cuenta que al pasar a buscar a Lola por el colegio y volviéndo a casa, ya no propino ninguna puteada a cualquier mamon en mi camino. Bien.
El tema está en que de todas maneras, no puedo callar mi opinión, así que ante cada comentario mío, se viene la pregunta de Lola y por ende, la explicación. (Si, si...Hay que hacerse cargo) Y además, me ha llevado a ser más conciente a la hora de manejar, porque si me quejo o me enojo, tengo que tener razones válidas. No da para decirle a Lola que aquel tipo es un peligro porque es un tarado...
Sin embargo, de la explicación al embagalle hay un segundo...
Hace unos días y en cuestión de 10 cuadras, tuve que contarle acerca de la prioridad entre los que van por la derecha y la izquierda. Por qué cada vez que doblamos se escucha un ruidito "ti-tu-ti-tu-ti-tu", lo cual te lleva a repasar luces de giro y freno, además de baliza y marcha atrás. No uso tanto la bocina, pero si la llego a usar se me viene un:

Lola:
Mamá: ¿Vos fuiste la que tocaste bocina?

Ale:
Y si...Le tenía que avisar a ese (imbécil en mis adentros) señor que de tanto hablar con su compañero, se me estaba viniendo encima y no se daba cuenta...

Lola:
Manejar es muy importante ¿no ma?

Ale:
Claro. El tema es que hay que prestar mucha atención no solo a como uno maneja sino a todo lo que pasa alrededor.

Lola:
Yo cuando sea grande, voy a tener un Twingo rosa chicle y te voy a pasar a buscar por el trabajo.

Ale:
¡Dale! (Y pienso: ¿Cómo será Lola el día que maneje?)

sábado, 19 de abril de 2008

MIEDO...Crisis coming?

Es impresionante cuanta gente anda escribiendo su blog. Esta tarde me la pasé leyendo blogs cada vez que tuve un tiempito libre, mientras Lola se ponía a tono con su carpeta de colegio. De todas maneras, es casi imposible salir porque el humo fue realmente denso. Mientras leía el diario esta mañana, se me irritó la vista y me lloraron los ojos. Que bronca. El olor es insoportable.
Resulta que me meto en algunos blogs que leo regularmente y en esos blogs, se encuentran los links de los blogs que lee la gente a la cual, yo leo. Entonces es una cadena casi infinita, que me lleva a encontrar muchos argentinos desperdigados por el mundo.
El miedo me empezó a copar mientras veía la visión que tienen desde afuera acerca de lo que pasa en Argentina.
Todo parece indicar que se viene una crisis bastante grande. La verdad que me siento mal.
Leí algunas frases interesantes:
"En Argentina no se vota a un candidato sino que se vota en contra de... y cuando nos damos cuenta de que el que está tampoco nos gusta, nos enojamos no solo con el que está gobernando sino con nosotros mismos"
"En Argentina sentís que es el fin del mundo todos los días"
Y mientras tanto la crisis es como la nube que nos envuelve por estos días, como si fuera una premonición de lo que pudiera ocurrir.
Estoy teniendo unos días bastantes oscuros y quiero que desaparezcan.

viernes, 18 de abril de 2008

BUENOS AIRES AHUMADA

Foto: Puerto Madero - Sergio De Crescendo

Y ahora, el humo que no cesa.
Hace diez días que nos levantamos con esta visión de la ciudad. La gente compara este fenómeno con el de Londres. Pero en realidad, no se parece en nada a Londres si tomamos en cuenta que además del fenómeno visual está el olfativo. El olor a humo que se respira por todos lados es infernal. Gente con asma y alergia, la está pasando realmente mal. Dentro de casa o fuera, es lo mismo. Un olor horrible. Ojos irritados y nariz de terror.
Y todo esto es culpa de la gente del campo aparentemente, quienes, casualmente, a pocos días de haber terminado el paro y comenzar negociaciones con el gobierno han comenzado la quema de pastizales para el recambio de tierra (?)
Ahí va, para todos los que salieron con las cacerolas a reclamar y dar su apoyo a la gente del campo.
Ama a tu prójimo como a ti mismo...

viernes, 11 de abril de 2008

OTOÑO

Cayó la noticia!
Y como pasa todo en este país, cayó de golpe, el 11 de Abril. Escuché en la radio: “Esta tarde caerá la temperatura de manera abrupta y se viene la lluvia”
Y así es. Miró por la ventana que ya está cerrada, porque hace frío y la tarde está muy fea y fría.

Luego de tres días, estamos plenamente en otoño. La temperatura ha bajado. Hay días que araña los veinte y pico de calor. Así que bien. Me encuentro en casa y miro por la ventana. Perdí cuatro pilas recargables de la cámara. Las cuatro! Ojalá pudiera sacar una foto y subirla para que se pueda ver la nube que ha cubierto la ciudad. Parece que alguien en el campo ha quemado pastizales o no se qué, pero el humo ha cubierto la ciudad y la ruta. Hubo accidentes y la semana pasada un masivo choque en cadena.
La niebla es cada vez mas densa y el olor?
Salí al balcón a registrar y es ahumado...Deben estar quemando algo.

Otoño en Buenos Aires (espero encontrar las pilas, mataría una foto de vez en cuando)*
Comienzan los eventos de temporada en la ciudad. Ya han vuelto todos de sus retretes vacacionales y pasan cosas. Baja la temperatura y la gente se junta un poquito mas para lograr el famoso calor humano. Lola fue cortejo nupcial junto a su prima*. Lala ya regresó a España y fue muy bueno verla y encontrarnos nuevamente. En fin, pelé mi chaleco martístico-patagónico y las botas al tono por fuera de los bluejeans. De abrigo: La parquita mapuche y así, agarramos la cartera mega-fashion. "Lo hot, está en Buenos Aires"

Cheers!

lunes, 7 de abril de 2008

DE GUSANOS Y DEMAS BICHOS...

Odio con toda mi alma, las amebas, gusanos, mini-insectos, larva y cosa que se le asemeje. Me causa mucha repulsión, me pongo nerviosa y fóbica.

No puedo soportarlo. Una vez, dejé la basura por unos días de más, en verano, y al otro día al llegar del trabajo, pude oler la monstruosidad que se encontraba dentro del tacho y tuve que mandar un SOS telefónico porque yo sola no iba a poder.

Tanto es así que en el balcón de casa pusimos muchas plantas. Armé unas jardineras con geranios colgantes pero todo comenzó con el potus y sus cochinillas algodonosas: HORRIBLES BICHOS que quedan pringadísimos a las flores (la parte más suculenta de la planta) y la exprimen hasta matarla contagiando al resto de las plantas.

Y entonces los geranios dejaron de crecer, y las flores duran un día, con suerte, para luego ponerse de color rosa pálido y arrugarse todas.

Y me encontré metiéndome en la net a buscar info relacionada con el tema. Visité mucha gente. Me metí en muchos foros. Probé con recetas de la abuela y ecológicas. Casi obtengo un "posgrado" en jardinería hasta que hace dos días, ya podrida de que todo el balcón se torne moribundo, agarré el insecticida de hormigas con el cual maté, sin quererlo, a la anterior glicina.
Volví a leer las instrucciones dy esta vez, diluí a ojo una cantidad en el rociador. Fumigué todo el balcón. En cuestión de horas, todo bicho, estaba fulminado. La alegría del hogar volvió a dar flores y sus hojas crecieron de tamaño. Es como que todo ha vuelto a la normalidad.

Ahora debo hacer weeding o desyuyar. Pero no me animo a tocar la tierra y tocar algún gusano o bicho. Tampoco me animo a hacerlo con guantes puestos. Tuve que volver a pedir ayuda. "¿Podés sacarle los yuyitos a esa planta cuando puedas, porfi?"
Beba, una lady que conocimos en Villa La Angostura, vino una noche a cenar a casa y llenó una bolsa de todos los yuyos que sacó! Pero no puedo meter mano ahí, me da mucha cosa...

Estoy tratando de decidir entre aplicar una nueva dosis o no y hacer un último enjuague.

De todas maneras, hay que hacer un recambio. Tengo una jardinera y cuatro macetas para rellenar y ya estamos en otoño.


martes, 1 de abril de 2008

HOME IS WHERE YOUR HEART IS

Ayer terminé de darme cuenta que realmente soy urbana. Me gusta la ciudad, por más de que a veces me sienta ahogada, saturada, llena de smog, atomizada...(puedo continuar), pertenezco a la ciudad. En cualquier parte del mundo, pero en la ciudad.
Rememorando una charla acerca de qué lugar elegiríamos para vivir y atravesándo esos momentos de "atomización urbana", la zona norte se hizo presente: Martínez, Vicente López, La Lucila u Olivos, suenan como destinos llenos de aire más limpio, otro estilo de vida, jardín, y demases escenarios dignos de tardecitas en el verde, asaditos y ruido a pajaritos.
Hasta ahí, suena hermoso.
Resulta que en la oficina tuvimos visitas del exterior y como estamos atravesando una transición entre el lugar que ocupamos hoy día, que es prestado e impresentable, y nuestro lugar definitivo, que se encuentra en remodelación, mi jefa optó por una oficina virtual en Olivos. Divino.
Y para llegar, en un pedo con el auto dado que por lo general, la mayoría entra a la ciudad a esa hora de la mañana.
Pero ayer, cuando emprendí el regreso a casa en la hora pico de un día lunes, pude ver a los habitantes de zona norte y el viaje que emprenden día a día con tantos otros miles para poder llegar a sus "oasis" desde el centro de la ciudad y mamaaaa...Son miles de autos, colas interminables, atascos, mas una centena de incapaces que manejan para el traste.
Entonces me iluminé, tuve una visión de como sería el día a día de un viaje así para mí.
Hay mucha gente que te tira la del tren y la del bondi. Pero no. No lo soportaría. Imagino como me pondría si debo meter el auto en el taller y moverme en bondi hasta capital. (No puedo parar de reir....)
Además, ya experimenté el vivir fuera de la ciudad. Me mudé de Londres a Essex (el condado de al lado) y tenía al centro, un tren que en media hora me dejaba OK. De hecho, laburé unos cuantos meses en London, viajando en tren todos los días y con tacos, de parada, toda la media horita. Y lo sufrí. Llegó un momento que me harté y supliqué que por favor volviéramos a la city.
Así que no volveré a cometer el mismo error. Ni llegaré a buscar locación por esos pagos. Me quedo en la ciudad. Aunque a veces, no me la banque. Entonces agarraré el auto (hay veces que me cuestra creer que tengo un auto) y me iré en busca de un respiro para después volver sabiendo donde está mi lugar.