jueves, 6 de mayo de 2010

HIPOCAMPOS II

Hace mucho tiempo me crucé con un hipocampo que me convirtió en pez dorado y al que nunca más volví a ver. Supe que la vida nos cruzaría, pero yo ya no sería ni un pez dorado ni él un hipocampo.
Y entonces la vida nos volvió a cruzar. Los dos nos acordamos de aquel entonces y reímos, y los recuerdos nos dejaron sin palabras...
Luego pensó en voz alta casi preocupado. Le dije que contaba con mi silencio respecto a haber nadado alguna vez, juntos en el mar.

0 comentarios: