viernes, 20 de noviembre de 2009

TELEPEAJE: Y SI ME PEGO UNO EN LA FRENTE?


A medida que pasa el tiempo me doy cuenta que hay que pagar un precio por las decisiones que uno toma en la vida. Por cada una de ellas, en las cuales hacemos una elección, hay alguien implicado y ese alguien es el que nos cobrará el peaje a pagar. "Está bien, pasás pero tendrás que abonar tanto"
O porque no estuviste, o porque te fuiste, o porque ese mismo día osaste decir "NO, hoy no"
Entonces, cuando tengo que pagar, rezongo, me encapricho, me enojo tanto que me pongo colorada y si hablo, me pongo verborrágica y hasta llego a tartamudear. No me sienta ni me siento nada bien. El efecto puede continuar. Vuelvo y me voy. Bajo y subo.
En ese mismo instante hay que dejar de ver la película, como dice mi psycho, y bajar, a como de lugar, a la realidad.
Y en ese mismo momento, me senté en el sillón, sola como un hongo y salí a comprar una cerveza bieeeeeen helada. De esas que uno se quiere tomar en veranito, cuando cae el sol. Me acerqué a la pantalla y apagué todo menos MI LUGAR, este lugar. En donde puedo descargar y rezongar de una manera que no perjudique a nadie,

Ni siquiera a mi. (Y si me ahogo, salgo a caminar por el barrio. Y me calma. Y entonces vuelvo a mi)

3 comentarios:

Betiana dijo...

Oh yeah... I know what you are talking about. :)

Ale dijo...

Ia tu sabes...
:)
Nos vemos prontou!
Beso

Ale dijo...

Es una i para que hagas el tonito medio centro-americano!
:)