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miércoles, 5 de agosto de 2009

MILONGA CRUZADA POR ZITARROSA

Y tu recuerdo, permanecido,
me está diciendo, me está diciendo,
que no hay olvido.

Breve es mi canto, que no te olvida,
piel y latido, piel y latido,
sombra encendida.

Siento en el alma como puñales,
filos metidos, filos metidos,
en manantiales.

Ya no te espero, nada me explico,
madero muerto, madero muerto,
te crucifico.

¿A qué has venido? Vuelve al pasado,
déjame solo, déjame solo,
¿Quién te ha llamado?

Siento en el alma como puñales,
filos metidos, filos metidos,
en manantiales.

Fingen mis manos que te han tocado,
piel y cenizas, piel y cenizas,
fuego apagado.

domingo, 28 de junio de 2009

BIEN PULENTA

Estoy hecho en el ambiente de muchachos calaveras,
entre guapos y malandras me hice taura pa' tallar,
me he jugado sin dar pifia en bulines y carpetas,
me enseñaron a ser vivo muchos vivos de verdad.

No me gustan los boliches que las copas charlan mucho
y entre tragos se deschava lo que nunca se pensó.
Yo conozco tantos hombres que eran vivos y eran duchos
y en la cruz de cuatro copas se comieron un garrón.

Yo nunca fui shusheta de pinta y fulería,
y sé lo que es jugarse la suerte a una baraja si tengo un metejón.
Le escapo a ese chamuyo fulero y confidente
de aquéllos que se sienten amigos de ocasión.

Yo soy de aquellas horas que laten dentro 'el pecho,
de minas seguidoras,
de hombres bien derechos tallando tras cartón.
Siempre sé tener conducta por más contra que me busquen,
aunque muchos se embalurden que soy punto pa' currar,
ando chivo con la yuta porque tengo mi rebusque
y me aguanto cualquier copo con las cartas que me dan.

No me gusta avivar giles que después se me hacen contra,
acostumbro escuchar mucho, nunca fui conversador.
Y aprendí desde purrete que el que nace calavera no se tuerce con la mala,
ni tampoco es batidor.

Música: Juan D'Arienzo / Héctor Varela Letra: Carlos Waiss

jueves, 25 de junio de 2009

TE QUIERO SUR...


Le cruzan el rostro,
de estigmas violentos, hondas cicatrices,
y quizás le halaga llevar imborrables adornos sangrientos:
caprichos de hembra que tuvo la daga.
El guapo. Evaristo Carriego. Fragmento

martes, 23 de junio de 2009

UN VESTIDO Y UNA MILONGA

ATENTI PEBETA!

Cuando estés en la vereda y te fiche un bacanazo,
vos hacete la chitrula y no te le deschavés;
que no manye que estás lista al primer tiro de lazo
y que por un par de leones bien planchados te perdés.

Cuando vengas para el centro,
caminá junando el suelo,
arrastrando los fanguyos y arrimada a la pared,
como si ya no tuvieras ilusiones ni consuelo,
pues, si no, dicen los giles que te han echao a perder.

Si ves unos guantes patito, ¡rajales!;
a un par de polainas, ¡rajales también!
A esos sobretodos con catorce ojales no les des bolilla, porque te perdés;
a esos bigotitos de catorce líneas que en vez de bigote son un espinel...
¡atenti, pebeta!, seguí mi consejo: yo soy zorro viejo y te quiero bien.

Abajate la pollera por donde nace el tobillo,
dejate crecer el pelo y un buen rodete lucí,
comprate un corsé de fierro con remaches y tornillos y dale el olivo al polvo,
a la crema y al carmín.
Tomá leche con vainillas o chocolate con churros, aunque estés en el momento propiamente del vermut.
Después comprate un bufoso y, cachando al primer turro, por amores contrariados le hacés perder la salud.

Música: Ciriaco Ortiz Letra: Celedonio Flores