Hoy quiero agradecer a todos los conductores *misioneros* de esta ciudad. Son ellos quienes tan pero tan amablemente y de corazón, emprender esta ardua tarea en cada calle, cada semáforo de cada esquina. Y lo hacen de corazón, de instinto, de vocación.
Gracias a todos los que me tocan bocina cada vez que el semáforo está en verde y me toca la primera fila. No se realmente qué haría sin el aviso de todos Ustedes al aparecer la luz verde. Qué sería de mí!!! Cómo encarar mi camino sin el bocinazo del chongo que tengo atrás? A todos: qué bueno que existan y colaboren en hacernos ganar al resto, ese microsegundo tan pero tan importante para Ustedes, que les evite llegar al próximo cruce con onda verde y no puedan dar algún otro bocinazo!!!
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