La naturaleza instintiva posee la prodigiosa capacidad de vivir todas las circunstancias positivas y todas las consecuencias negativas sin interrumpir la relación con el yo y con los demás.
El lobo afronta los ciclos de la naturaleza y el destino con buena voluntad e ingenio y con la paciencia necesaria para permanecer unido a la propia pareja y vivir lo mejor que pueda durante el mayor tiempo posible. Sin embargo, para que los seres humanos puedan vivir y entregar su lealtad de esta manera tan acertada y sabia, tan protectora y tan sensible, es necesario que éstos se enfrenten con aquello que más temen. Y no hay manera de evitarlo. Hay que acostarse con Doña Muerte. En los cuentos más sabios el amor raras veces en un encuentro entre dos enamorados. Por ejemplo, algunos cuentos de las regiones circumpolares describen el amor como la unión entre dos seres cuya fuerza conjunta permite a uno de ellos o a los dos establecer comunicación con el mundo espiritual y participar en el destino como si éste fuera una danza con la vida y la muerte. CLARISSA PINKOLA ESTES
Doña Muerte es una divinidad y no una enfermedad y bajo esta forma, es otra figura de la Vida/Muerte/Vida.
En una relación, desempeña el papel de oráculo que sabe cuándo es el momento de que los ciclos empiecen y terminen. Como tal, es el aspecto más salvaje de la relación, el que más temen los hombres y a veces incluso las mujeres, pues, cuando se ha perdido la confianza en la transformación, también se pierden los ciclos naturales del desarrollo y el desgaste.
Para crear un amor duradero, ambos amantes tienen que abrazar a la Mujer Esqueleto y aceptar su presencia en la relación. La incapacidad de enfrentarse con la Mujer Esqueleto y de desenredarla es el origen del fracaso de muchas relaciones. Para amar, hay que ser no sólo fuerte de espíritu sino también sabio. La fuerza procede del espíritu. La sabiduría procede de la experiencia con la Mujer Esqueleto.
Si uno desea ser alimentado de por vida, tiene que enfrentarse con la naturaleza de la Vida/Muerte/Vida y entablar una relación con ella. En cuanto conseguimos este propósito, ya no andamos dando tumbos por ahí en un intento de pescar fantasía, pues comprendemos que la verdadera relación la crean las muertes necesarias y los sorprendentes nacimientos.
El arquetipo de la fuerza de la Vida/Muerte/Vida ha sido muy mal interpretado en muchas culturas modernas. Pero en otras culturas como la de las Indias Orientales y la Maya, que han conservado las enseñanzas acerca de la rueda de la vida y la muerte, la Dama de la Muerte envuelve a los moribundos, alivia su dolor y los consuela. En el curanderismo, dicen que da la vuelta al niño en el vientre y lo coloca boca abajo para que pueda nacer. Dicen que guía las manos de la comadrona, abre los caminos de la leche de la madre en los pechos y consuela a todos los que lloran solos. Lejos de despreciarla, los que la conocen en su ciclo completo respetan su generosidad y sus lecciones.
Las fuerzas de la Vida/Muerte/Vida forman parte de nuestra propia naturaleza, forman parte de una autoridad interior que conoce los pasos de la Danza de la Vida y la Muerte. Está integrada por los aspectos de nuestra personalidad que saben cuándo algo puede, debe y tiene que nacer y cuándo tiene que morir. Es una maestra muy sabia siempre y cuando nosotros sepamos aprender su ritmo.
Otros Nombres:
Dama de la Muerte
Coatlicue
Hel
Berchta
Ku´an
Baba Yagá
La Dama de Blanco
La Belladona Misericordiosa
Banshee
Llorona del Río
Angel Oscuro
3 comentarios:
Ese capítulo es TODO!!! Un manual para amantes asustadizos. Te lo termino de leer en nuestro próximo viaje a Rosario...jajaja
Waka (juntando fuerzas para mirar a la Mujer Esqueleto)
PD:repito, repito, sacá la verificación de palabra, o te voy a llamar por teléfono para hacerte los comments del blog! ;-)
Es realmente excelente ese texto de Pinkola.
Saludos
Recordé este poema:
(Tiene un plus, busquen la versión cantada de Joan Baez)
LLegó con tres heridas
Llegó con tres heridas:
la del amor,
la de la muerte,
la de la vida.
Con tres heridas viene:
la de la vida,
la del amor,
la de la muerte.
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Miguel Hernandez
Flux.
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